En estos difíciles momentos, con 5 millones de parados en España, la opción de autoempleo es sin duda una de las alternativas que más oportunidades ofrece al desocupado. De esta forma, la solución para salir de una situación de desempleo está más en sus manos que en las del posible empleador. Dado que no es un camino fácil y en donde las decisiones no se deben tomar a la ligera, ofrezco mis reflexiones al respecto .
Mucha gente, por iniciativa propia e incluso por la presión social bajo el imperativo “sé emprendedor” se lanza a emprendimientos sin el debido conocimiento, preparación ni asesoramiento.
En el mundo offline, pueden llegar a invertir sus últimos ahorros en franquicias que ni siquiera han demostrado ser exitosas para los propios propietarios de la marca, o se lanzan a montar tiendas en Internet sólo impulsados por su buena voluntad y un “hágalo usted mismo con nuestro fabuloso sistemas de plantillas”.
Creo profundamente en los emprendimientos y no es mi intención desanimarlos, por el contrario, mi intención es ampliar la perspectiva para que el emprendedor consiga sus objetivos.
El desempleo no es un problema sólo de la persona que no encuentra un trabajo acorde a sus gustos, formación y experiencia, también afecta a su entorno privado (familiares y amigos), a la sociedad en la que se desenvuelve (empresas e instituciones) y al propio estado.
A continuación esbozaré algunas ideas. La información que puede encontrarse sobre cada uno de los puntos que mencionaré es, gracias a Internet, prácticamente ilimitada.
1) Responsabilidad personal
Es sin duda la más importante, ya que más allá de las ayudas que podamos recibir, el emprendimiento siempre requiere de nuestra fuerza interior para llevarlo adelante. Es algo que debemos encontrar en nosotros mismos. Sobre todo las personas que siempre han trabajado en relación de dependencia o incluso no han tenido un primer empleo, para los que la sola idea de lanzar un emprendimiento propio puede resultarle aterradora. En el otro extremo, pensar que sólo con la voluntad alcanza, puede ser un error fatal.
Muchas veces, hablando del tema de los emprendimientos, la gente se plantea en vez de moverse en forma vertical: “trabajo en relación de dependencia, sigo en relación de dependencia en otra área” ó en forma horizontal: “trabajo (o trabajé) en relación de dependencia, emprendo en un área en el cual soy experto”, pretenden el “movimiento del alfil”, pasar de una experiencia de trabajar como empleado en un rubro que conocen a ser independiente en un tema que no conocen. Crónica de un fracaso anunciado…
Como recomendaciones prácticas sugiero:
1) Ver este EXCELENTE video: ¿Te atreves a soñar? donde se presenta en forma muy clara cómo ampliar nuestra zona de confort para animarnos a hacer aquello que nunca hicimos.
2) Leer este libro: ¿Qué harías si o tuvieras miedo? donde se presenta porqué es necesario y cómo reinventarnos profesionalmente.
3) Analizar en qué somos (o podríamos ser) expertos, qué temas conocemos en profundidad, qué nos gusta (nuestra propia experiencia laboral, algún hobby), dónde tenemos contactos que nos puedan ayudar (clientes, proveedores, amigos) y lo más importante: ¿qué problema podemos solucionar? A partir de aquí, podremos encontrar un nicho en el mercado en el cual poder introducirnos y desarrollarnos.
4) Y también leer este otro libro: El libro negro del emprendedor para tener en claro todos los peligros que nos acechan en el camino.
A continuación, antes de invertir un duro, aprender, investigar, pedir ayuda. Los recursos están allí, solo hay que saber buscar. Cuando el agua llega al cuello parece que es más importante hacer algo ya, lo que sea, que seguir dándole vueltas al asunto. No hay que ceder a la tentación, dar un paso adelante cuando estamos al borde del precipicio no es el mejor camino.
2) Responsabilidad de nuestro entorno
Cómo afrontar la situación de desempleo de un familiar directo desde el punto de vista del apoyo emocional es algo que escapa al alcance de este artículo, pero sin duda es un factor determinante. La contención y apoyo que recibamos de nuestro entorno es fundamental.
Y de nuestros familiares y amigos, podemos recibir ayuda no sólo en forma de apoyo emocional y préstamos de dinero, ellos también pueden ayudarnos a encontrar ese “problema a resolver” que nos ponga en la dirección correcta de un proyecto viable, presentarnos contactos y aconsejarnos desde sus propios conocimientos y experiencia.
Darnos cuentas de que no estamos solos y que hay mucha gente dispuesta a ayudarnos en forma desinteresada puede darnos la fortaleza necesaria para seguir adelante.
3) Responsabilidad social empresaria (RSE)
Si bien las empresas no son responsables del bienestar económico de los individuos, tienen una responsabilidad social que cumplir y, por otro lado, los recursos para contribuir a salir de la crisis en la que también se ven inmersos, y sin duda, esta actividad también les reportará beneficios económicos.
Para entender el concepto de RSE, es fundamental entender qué rol cumple la empresa en la sociedad. Yo no estamos en un escenario donde “la única responsabilidad de la empresa es generar valor para sus accionistas“, como dijo Friedman en los 70’s. Hoy la empresa es un ciudadano corporativo, con derechos y deberes, y desde su lugar podrían (y deberían) contribuir a la superación de la crisis con planes para emprendedores. No se trata de altruismo sino de poder contribuir al desarrollo general desde su lugar. Lo que hagan las empresas durante la crisis contribuirá de manera positiva o negativa a su reputación una vez que se salga de ella, y es por eso importante entender qué y cómo lo hacen durante este período.
Por ejemplo, los bancos (en forma directa o por medio de fundaciones o empresas dependientes cuya actividad social lo permita), ya que tienen los recursos económicos necesarios, ¿Por qué no hacen planes para analizar, aprobar y apoyar nuevos emprendimientos?
Lo pueden hacer por una participación en la empresa, a cambio de poner un director de proyecto responsable del seguimiento del mismo. Estarían generando fuentes de trabajo para los directores de proyecto y para los propios emprendedores.
¿Qué ese no es el rol de los bancos? Quizás ellos también deberán ver el video antes mencionado “¿Te atreves a soñar?”, y ampliar su zona de confort.
Por otra parte, para aquellos que se quieren volcar al mundo emprendedor viniendo de una relación de dependencia, es importante que detecten qué actividades desarrollaron dentro de las empresas que les pueden agregar valor en la nueva etapa. Muchas empresas alientan (con razón) lo que se llama intrapreneurship, que es ser emprendedor dentro de la estructura empresarial. Aquellos que tengan buena experiencia de intrapreneurship, podrían capitalizar esa experiencia como emprendedores autónomos, ya que la lógica es la misma pero fuera del paraguas corporativo.
Las mismas empresas pueden alentar estas prácticas internamente para detectar nuevos negocios y como alternativa a los despidos. Un porcentaje seguramente tendrá éxito y permitiría conservar la fuente de trabajo del intrapreneur y de otros compañeros. Quiero decir que no hay una línea de corte tajante entre empresa/emprendedor, sino que ambas se solapan y complementan y fomentar el intrapreneurship, es una buena estrategia de RSE para muchas empresas.
4) Responsabilidad del estado
Si nos guiamos por este artículo: Trámites para abrir un negocio en España el camino no es muy alentador. Con una media de 47 días (más del doble de la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos – OCDE) necesarios para abrir una empresa España no parece un buen caldo de cultivo para los emprendedores.
Aparentemente, el gobierno es consciente de la situación (al menos me gustaría creerlo).
No soy político ni economista, pero tengo la sensación de que no se están haciendo los cambios estructurales que permitan remediar esta situación aunque, al menos, han anunciado un Plan de de estímulo económico y apoyo al emprendedor
De todas formas, sin lugar a dudas todo se apoya en nuestro compromiso personal, que es donde podemos actuar. En segunda medida nuestro entorno cercano y, finalmente, aprovechar lo mejor que se pueda las oportunidades que presente la responsabilidad social empresaria y el entorno que el estado ofrece. Esperar a que estos dos últimos resuelvan nuestros asuntos es poner el problema fuera. Si no nos hacemos cargo nosotros mismos, nadie lo hará.
Espero que estas reflexiones sean de utilidad para quien las lea y me encantaría que las enriquecieran con sus comentarios
Un saludo
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